4 ideas para la introducción a las matemáticas
Los Legos son uno de nuestros juguetes favoritos porque son entretenidos y extremadamente versátiles, por eso a los niños les encantan. Aquí compartimos 4 actividades trabajar la introducción a las matemáticas con Lego y pasándolo bien.
1.- Patrones: Serpientes de Lego
Invitamos a los niños a hacer serpientes de Lego. ¿El desafío? Tienen que estar creadas en forma de patrón AB, es decir escogemos dos colores los cuales se van repitiendo en forma regular (por ejemplo: verde – amarillo – verde – amarillo). Con niños más pequeños o que aún no tengan bien interiorizados los patrones, podemos darles nosotros previamente una selección de legos para trabajar (por ejemplo 4 legos rojos y 4 azules), también puede ser necesario que nosotros demos la pauta del patrón (por ejemplo: rojo- azul) para que ellos lo extiendan (rojo – azul – rojo – azul …). Si ya tienen un mayor dominio podemos incentivarlos a escoger ellos los colores y crear libremente su patrón. Para aumentar la complejidad podemos experimentar con otro tipo de patrones, como AABB, ABB o ABC.
2.- Número – Cantidad: La escalera
Tomamos 5 o más Legos y escribimos en cada uno de ellos un numeral (1, 2, 3, 4, 5…), e invitamos a los niños a poner sobre el número la cantidad de Legos correspondiente. Así trabajamos la relación número – cantidad. Les podemos pedir que los pongan en orden para formar una escalera. ¿Notas algo? ¡Cada vez que aumentamos el número agregamos un Lego!
3.- La Recta numérica: Legos en orden
Toma los legos donde escribiste los números pero ahora, en otra cara, escribe puntitos representando la cantidad. Invita a tu hijo a ordenar los números en forma ascendente o descendente formando una torre.
4.- Clasificación: Familias de Lego
Le damos al niño una selección de Lego con dos variables, que puede ser color, forma, tamaño y/o grosor. Por ejemplo 2 Legos verdes chicos, 2 Legos verdes grandes, 2 Legos rojos chicos y 2 Legos rojos grandes más 2 platos de cartón y lo invitamos a observar los materiales y describirlos, para luego formar dos familias (los platos son las casas), que en este caso podrían ser “la familia roja y la familia verde” o “la familia grande y la familia chica”.
Cuando queramos aumentar el desafío podemos simplemente dar un puñado grande de Legos y dejar a los niños libremente clasificarlos, verás cómo te sorprenderán con sus observaciones y asociaciones.